El nº 32 de la revista Wad al Hayara incluye un artículo de Oscar López Gómez sobre el “Bandidismo y vida campesina en Uceda y su comarca a principios del siglo XIV”. Un pergamino de 1.304 detalla, a modo de crónica, las pesquisas realizadas por encargo del Arzobispado de Toledo a causa de “las muertes e de los robos e de otras cossas desaguisadas que Gutier Roys de Vera e su gente habían hecho”.
A finales del siglo XIII el rey Fernando IV mantuvo una guerra civil larvada con D. Alfonso de la Cerda, al que apoyaban el infante Enrique, D. Iñigo López de Haro y otros nobles. En esos años hubo malas cosechas y grandes hambrunas; la gente comía pan de grama y muchos murieron en calles y plazas.
Los Señores protegieron las bandas de salteadores de caminos que actuaban en los territorios de su adversario. Estaban formadas por hombres de extracción humilde y mal armados, que asaltaban a gentes sorprendidas en caminos y campos, produciendo mucho ruido y pocas ganancias (apenas 100 maravedíes), ya que apenas dañaban tierras y cosechas.
La banda de Gutierre Ruiz, un campesino con propiedades en Atienza y Barbatona valoradas en 35.000 maravedíes (una cantidad considerable para la época), actuaba en el Común de Uceda, perteneciente al Arzobispado de Toledo que apoyaba al rey.
Además del asalto, se dedicaron al robo de ganado (más de 2.300 cabezas entre ovejas, cabras, cerdos, mulas, caballos, asnos y bueyes) y al atraco en haciendas, pueblos,… que proporcionaban mayor botín (más de 53.000 maravedíes hasta 1.304,). En total cometieron 134 delitos, incluyendo 8 asesinatos.
Si bien el pergamino sólo documenta delitos realizados siete aldeas, no nos cabe duda que la banda de Gutierre Ruiz realizó incursiones por la vega del Jarama, llegando hasta los pueblos de La Ribera.
Lar-ami