En La Ribera la propiedad de la tierra siempre estuvo muy repartida. Casi todas las familias poseían parcelas donde cultivaba para autoconsumo, vendiendo los excedentes. El Catastro de la Ensenada asi lo refleja.
El número de labradores (propietarios de tierra) en cada pueblo era muy superior al de jornaleros (trabajadores por cuenta ajena); en La Mierla y Muriel no había. Cuando se requería, su función era realizada por otros labradores y/o criados que cobraban por día trabajado, aunque con distinto sueldo: en Puebla de Beleña, un labrador ganaba 5 reales/día y un criado 4. El sueldo de un jornalero oscilaba entre 2 (Valdesotos) y 3 reales por día trabajado (Tortuero); el número de jornadas no superaba 180. En algunos había mozos de labor (criados) contratados por todo el año; su salario estaba en torno a 1.100 reales incluido alimentos.
Los pastores (lanar y caprino) tenían dedicación completa; en Tamajón había 7. Cobraban entre 700 reales + alimentos (Valdesotos) y 1.300 reales de Tortuero (alimentos incluidos). Puebla de Valles distinguía entre mayorales (1.100 reales/año) y zagales que cobraban la mitad. En Puebla de Beleña había un pastor de vacuno que recibía 48 fanegas de trigo/año; en Valdepeñas existía un albéitar (veterinario) que cobraba 5 reales/día.
Lar-ami