Profesiones liberales en el Catastro de la Ensenada


En el siglo XVIII no existía este concepto, pero de alguna debemos agrupar los oficios de La Ribera que no pueden encuadrarse en propietarios, religiosos o sanitarios, pero que tenían un estatus parecido.

El escribano (fiel de fechos) recogía en actas  lo relativo al municipio que debiera comunicarse a instancias superiores; por ello se valoraba más que tuviera buena letra que una gramática correcta. A veces el escribano atendía a pueblos vecinos (cobrando), como el de Valdepeñas que subía a Alpedrete.  En Puebla de Valles lo pagaba el ayuntamiento ((2.200 reales/año), mientras que en Tamajón debía completar sus ingresos comprando lanas finas para comerciantes de Madrid.140307 liberales

En Tamajón había un “mercader de paños, lienzos, sedas y demás zarandajas que vende al por mayor, con capital suyo y ajeno, y obtiene ganancias de  2.160 reales/año.  También compraba lanas por cuenta de un mayorista de Madrid, obteniendo un beneficio estimado de 600 reales/año.

Un caso peculiar es Alpedrete, donde había recaudadores de impuestos y así se menciona en el Catastro de la Ensenada: los diezmos de menudos estaban arrendados a un vecino del pueblo y el diezmo de corderos a una persona de Valdepeñas.

 Lar-ami


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