Gracias al Catastro del Marqués de la Ensenada sabemos como era la sanidad en el siglo XVIII en los pueblos de La Ribera. Una comarca que superaba los 2.500 habitantes, dispersos en 13 núcleos, de los que solo Valdepeñas y Tamajon superaban los quinientos.
La asistencia básica la prestaba el cirujano (en La Mierla se le denominaba barbero sangrador) y solía haber en cada aldea (Puebla de Beleña). En otros se desplazaba desde el pueblo vecino: Sacedoncillo y Muriel se atendían desde Tamajón. Sus ingresos eran escasos: Simón Gómez recibía 650 reales de Puebla de Valles y 400 más de Valdesotos. El cirujano de Valdepeñas ingresaba 1.800 reales y su mancebo 180; quizás porque también atendían Alpedrete.
Solo había médico en Tamajón, que atendía a pueblos en un radio de 20 kms (hasta Majaelrayo y Valverde de los Arroyos). Cuidaba de los monjes del Monasterio de Bonaval por 300 reales/año y, en una especie de iguala, de algunos vecinos de Puebla de Valles. Sus ingresos superaban los 3.200 reales.
Hospital habia en Tamajón, con 2 camas y una renta de 77 reales, y en Valdepeñas, que atendía a los pobres de paso y tenía 40 reales de renta. Los boticarios de Valdepeñas y Tamajón atendían los pueblos vecinos; su nivel de ingresos oscilaba entre los 2.500 y 3.000 reales.
Lar-ami
2 respuestas a “La sanidad en el siglo XVIII”
Trabajo precario, pero se arreglaban… a su manera
Desde luego,… los tiempos no daban para más.