Fiestas de antes


Tras la despoblación de los años sesenta quedaron pocos jóvenes, a pesar de los refuerzos que llegaban de fuera. Los hijos de la tierra volvían a pasar las vacaciones de agosto y a disfrutar de las fiestas patronales, que se agruparon en agosto para facilitar el reencuentro.

Los jóvenes aprovechaban la ocasión y se desplazaban andando a los pueblos vecinos en fiestas. Hoy lo siguen haciendo, en coche y bien provistos de viandas. Desde Puebla de Valles había acceso a pié a varios pueblos en poco más de una hora. Los jóvenes se agrupaban en el Calicanto; a veces más 15, entre ellos dos chicos sordomudos, y de ahí partían a una hora prefijada. Las anécdotas sobre estas incursiones son muy sabrosas. Así, para ir a las fiestas de Valdesotos  marchaban en fila india por el camino del cartero, cruzando los jarales de la dehesa hasta el puente romano y luego continuaban por el trazado actual hasta el pueblo. Apenas una hora.130904 Fiestas antes

La vuelta de madrugada, con los jóvenes bien cargados, era más lenta y se prestaba a chanzas. El grupo se organizaba dejando a los sordomudos en medio, para que no se perdieran entre las jaras; si ocurría, costaba localizarlos. Pero otras veces, eran los jóvenes quienes los dejaban atrás y a una señal se apartaban de la senda, desconcertando a los dos chicos unos minutos, hasta que las risas les delataban.  Poco tiempo después llegó el Tío Cocinas (esa es otra historia)y de estas andanzas solo quedó el recuerdo.

Lar-ami


6 respuestas a “Fiestas de antes”

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