Corría el año 1.957 cuando llegó a Puebla de Valles el Sr Basi de Madrid y contrató el arrendamiento del término municipal como coto de caza de pluma (perdices). El pelo (conejos y liebres) quedaban para el pueblo; entonces no había corzos ni jabalíes. Contrató un guarda, le puso un sueldo fijo (700 pts/mes) y creó un sistema de incentivos para los vecinos:
- Quien encontraba un nido de perdiz recibía una gratificación, si llegaba a buen fin. Comunicaba al guarda lugar y número de huevo, y cuando salían los polluelos presentaba los cascarones.
- Se pagaba por matar alimañas (zorros, jinetas, meloncillos,… presentando el rabo), lagartos y culebras, urracas (presentando la cabeza; se pagaba 1 pts por unidad).
Una vez al mes, en la Secretaría del Ayuntamiento el Sr Basis liquidaba cuentas con los vecinos. La picaresca llevó a algunos a presentar dos veces la misma pieza, ó a vaciar los huevos y reclamar el pago por nido encontrado. Aunque en teoría se multaba por la caza furtiva, la realidad es que el guarda (vecino del pueblo) se limitaba a quitar los cepos y lazos, que guardaba hasta que sus dueños los reclamaban.
La veda se levantaba el día de la Pilarica (12 de Octubre) y se cerraba a finales de Febrero. La perdiz se cazaba al ojeo; los cazadores bajaban en borricos y mulas a la vega, pagando por ello, al igual que pagaban acarreadores, ojeadores, … Después de 3 años, el señor Basi dejó el coto. Hoy los pueblos de La Ribera están acotados de caza y la renta ayuda a cubrir el presupuesto.
Lar-ami
(Como el Paco esta de viaje y se ha llevado el portatil, tengo que publicar hoy lunes lo corespondiente al martes. Lo siento)