Según detalla el Dr Jurado, algunos priores acabaron de abad en la casa madre, al igual que en el siglo anterior, merced a su “buen trabajo”:
- 1.710 Agustin Morquecho, fue prior de Montesión en 1.696. Gran gestor, exigió a los vecinos de Valdepeñas y Casa Uceda que reconocieran los censos sobre viñas. Obtuvo de Felipe V que confirmara los privilegios otorgados por reyes anteriores y le eximiera de cualquier exacción posterior, que fuera dada a vecinos y arrendatarios. Volvió a Montesión, como abad, en 1.718.
- 1.721 Alonso Guerra. En 1.733 fue elegido abad de Montesión
- 1.759 Huberto Serrano prior (1.741) y abad de Montesión (1.744).
Otros priores del siglo XVIII, llegaron a Bonaval con experiencia (de Montesión), quizás para “potenciar las finanzas”:
- 1.704 Ruperto Amor
- 1-713 Isidoro Gonzalez, prior de Montesión en 1710.
- 1.718 Ignacio Copado, en 1.698 lo fue en la abadia.
- 1.719 Pablo Becerra, en Montesión en 1701.
- 1.738 Geronimo Muesas en 1733 lo fue en la abadía
Tan buena labor con vecinos y renteros les otorgó el apelativo de “monjes malos” con el que se les recordaba hasta bien avanzado el siglo XX.
Lar-ami
2 respuestas a “Priores del Monasterio de Bonaval en el siglo XVIII”
Imagina lo que debieron pasar los lugareños de la época…
La realidad fue mucho más dura de lo que se recoge en este post.