Cultivo tradicional de La Ribera desde la Edad Media, el vino ha marcado la historia de nuestros pueblos. En la documentación del Monasterio de Bonaval, las viñas figuran como posesiones valiosas y el vino como parte de su dieta, fuente de conflictos con aparceros y el arzobispado de Toledo.
Puebla de Valles no es una excepción: aparecen viñas en el Catastro del Marques de la Ensenada y en la Desamortización de Madoz. Restos de bodegas (algunas de origen árabe) y cocederos están desparramados por las laderas del arroyo Vallejo. La plaga de la Filoxeraen los años 20 acabó con las viñas y dejó en uso las bodegas hasta la despoblación de los años sesenta.
Hoy solo nos quedan anécdotas, costumbres (revino y bebida) y toponímicos que recuerdan la importancia de vino y viñas: el camino real de Uceda es el “camino de las viñas” y la subida a la vega se hace por el “alto de las viñas”.
En Puebla de Valles se hizo vino (de forma artesanal y para consumo propio) hasta hace cinco años, gracias a unas cepas que una helada tardía (o temprana, ya no se recuerda) fulminó. Aún son visibles algunas parras en las orillas del camino, que nos recuerdan que esta fue tierra de vino.
Lar-ami
2 respuestas a “Las viñas en Puebla de Valles”
Cualquier día igual alguien las pone en producción de nuevo… con el auge que está tomando el vino…
Será dificil, pero ojala fuera así. Saludos