Este monasterio fue fundado por Alfonso VIII en el año 1.164 que lo cedió “prestado” a la orden del Cister para que fuese el primer bastión de defensa ante las incursiones árabes, tan frecuentes en esta tierra de frontera (XARAMA en lengua bereber). Los primeros monjes procedían del monasterio de Valbuena en Palencia.
En el año 1.175 el rey donaba definitivamente Bonaval a los monjes cistercienses, siendo su primer abad D. Nuño, según carta de fundación otorgada en Fitero, que fijaba (entre otras cosas) los límites del cenobio: “… Desde la Iglesia de Arretiendas directamente asta el Molino del lugar de Tamajón situado en la Sierra y por la otra parte desde la misma Iglesia, en derechura hasta el camino de Guadlaxara, como corrian las aguas en el termino de villa de Uzeda y a la otra parte desde el Valle de Sotos, hasta la sierra de Elvira, y de dicho valle a la serranía, transitando mas alla de ella hasta el valle de Muratel (Muriel). ”
Así lo recoge en su libro “Monasterios y Conventos de Guadalajara”, publicado en el año 1.974, el maestro Herrera Casado, señalando que se ha tomado de la carta original que figura en el Archivo Histórico Nacional. Y puesto que se citan varios pueblos de La Ribera (quizás por primera vez), me pareció interesante reflejarlo aquí.
Lar-ami