Bonaval se convierte en negocio (siglo XVI)


El inventario de 1.510 puso de manifiesto el escaso valor de Bonaval como cenobio (por el estado de las instalaciones) y la escasez de rentas, insuficientes para mantener la comunidad. La abadía Monte Sión decidió organizarlo como unidad de negocio. Se desprendió de las tierras poco productivas o de escaso valor, bien por venta,  intercambio  y/o arrendamiento a largo plazo, como refleja el Dr Jurado:

  • En 1.561 el prior Fray Miguel de Velázquez cambia 142 fanegas de tierras varias en Caraquiz (Uceda) por una propiedad en Valdepeñas de la Sierra.
  • Por el abandono en que se encuentran, Bonaval cede en “censo por 3 vidas”  al Concejo de Alapardo una finca de  150 fanegas “de pan llevar”, varias casas, un palomar y 5 “aranzadas” de viñas, por una renta anual de  6.000 maravedíes, 6 pares de gallina y 4 de gansos.
  • Se vendieron unas casas y 6 aranzadas de viñas en Valdesotos, así como una casa con 5 fanegas de tierra en Tamajón.

Se agruparon tierras y propiedades en torno a Valdepeñas de la Sierra (que se convirtió en granja) y al “coto monástico”, para luego arrendarlas en su totalidad. Del mismo modo se vendieron y/o arrendaron  propiedades alejadas de estos puntos; con ese dinero se compraron tierras más cercanas.

Y parece que estas medidas fueron acertadas: entre 1.656 y 1.661 los ingresos fueron 14.000 reales/año en Valdepeñas y 13.000 en Bonaval. Pero el Monasterio acabó considerado una granja de Monte Sión (no es citado en el decreto de 25 julio 1835 que suprime los cenobios con menos de 12 monjes).

Lar-ami


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